martes, 20 de septiembre de 2011

Crónica posible de un manifiesto generacional.

Todos ya se encontraban en la sala. La reunión de las máximas autoridades de la universidad estaban reunidos y junto a ellos jóvenes estudiantes oyendo detrás, en las sombras…

Uno de los jóvenes interrumpe respetuosamente al rector antes de este que comience con la sesión y con un tono suspicaz no faltante de armonía y sinceridad habla…





“Tenemos a “padres” desoyendo a sus “hijos”…ahí estan ellos…en las sombras…

¿Qué? ¿No los ven? Miren su piel, sus ganas decir y crear con entusiasmo. Pero el cálla porque le hicieron creer que ser apropiado es no decir lo que los demás no quieren escuchar…mientras ustedes oyen esos rótulos, siempre esas mascaras, ese rol establecido que te identifica y te aleja, ese juego perverso de poder que es la punta de lanza de esta tradición escéptica que no escucha, que niega la verdad, que se cree fuerte pero que no es mas que una cascarita que se esta quebrando con cada palabra que digo poniendo un punto final al pasado que se aleja con cada intención de futuro, futuro que como hasta hoy se trata el presente: no tiene identidad, porque aca no hablamos de fe y esperanza, no hablamos de ningún destino incierto al que arriesgaremos nuestras vidas creyendo en lo sagrado de nuestros conocimientos compartidos e intensiones, aca negociamos, negociamos, negociamos, todos separados, todo de inmediato, todo ahora y practico para desligarnos de la responsabilidad de ser libres, de ser hombres… así que llenamos y rellenamos papeles y firmamos y le decimos “adiós” a nuestras firmas, ingenuas ellas por cobardes, y que alguien nos salve.



¿Saben que? En este asunto son mis cartas las que muestro, mi lenguaje, mi identidad… y mis cartas es mi moral, y mi moral no la negocio. Tan solo la diluyo en sus oídos. Y no voy a negociar que tan profundo será el pozo que cabemos para mis hermanos por nuestras vagancias de alma que postergan el hoy ignorando que somos agentes del presente. Ya los ves aca a mis hermanos atemorizados cuando dicen alguna palabra, cuando te ponen en duda y te recuerdan tu carácter crepito… pero venís a decir que es para mi y para nosotros… ¿Para mi? No me niegues ¡yo se lo que quiero! Y no disfracen el placer de su poder por el saber… yo también sé.

¿Qué no me ves aca parado corrompiendo tu sentido común, apretando con mis manos y destruyendo el tiempo, creando realidad nueva en cada palabra?



¿No ves tu alrededor cayéndose a pedazos por un poco de comida y algo menos de vergüenza? ¿Te sorprende en tu razonamiento más lógico mi emoción?

Yo siento, y prendí que para pensar mejor hay que sentir mejor, hay que llorar de la tristeza del presente miserable, hay que llorar de la alegría al imaginar la posibilidad de una civilización mejor, hay que despertar desestructurado la normalidad de esta organización desamorada que ignora la realidad y la ve con los ojos de la espalda al corazón, porque el amor es sufrir cuando lo importante deja de importar, es recordar que en otra reunión parecida a esta, con gente como nosotros, respirando este mismo aire, están decidiendo cuantos morirán en oriente o cuantos repetirán lo que dice la televisión que dice mierda, que dice lo que repiten y desean sin cansar en este barrio de pobres, pero pobres de alma porque han humillado sus ganas de crear y la susplantaron por la ambición de comprar ¿Por qué? Porque nos hicieron creer que todo ya esta dicho y conocido por unos pocos elitistas que tienen el poder del dinero, la ciencia y la policia que mas que cuidarnos están ahí para que mas de un rebeldito como yo salga a gritar “¡Libertad!¡Por favor!¡Libertad!”…Nos están esperando para coger sin piedad nuestras lecturas y burlarse de los libros de nuestros ancestros…

Así que desenchufemos nuestra heladera en la que colgamos los imágenes de nuestras ideas y derritamos nuestros miedos porque esto no da para mas! … Tengo a mis compañeros preocupados por las manchas en sus zapatillas de marcas cocidas por chinos o asiáticos esclavos, y dedicando la mitad de sus días para la obtención del ultimo blackberry para sumarse al technovasallaje de la era posindustrial, consolidándose la esclavitud global, encadenados a empresas tecnológicas que nos llevan en direcciones desconocidas, obedeciendo el marketing y las ultimas técnicas publicitarias en psicología de la imagen y manipulación de nuestros deseos y valores que nada dicen del progreso de nuestras almas, nada dicen de la expansión de nuestros conocimientos, nada de la como mejorar nuestras habilidades, pero si quieren ¡Nos explotan! ¡Nos explotan! ¡Nos explotan! Nos obligan a depositar toda nuestra confianza en esos bancos especulativos abriéndonos la puerta para encerrarnos en los compromisos de una vida artificial. Nos obligan a consumir, consumir, consumir, que ya ni sabemos que fármacos nos meten a través de sus pastillitas ansiolíticas que calman la insurrección de nuestras emociones, de nuestro salvajismo enfermo reprimido y olvidado.

Tenemos que poneros al día con fé y razón reivindicando a los únicos que dijeron algo que ahora están desaparecidos.

Por favor, desconectémonos de esta cultura superficial, de este neocolonialismo de cuarta y pensemos y temamos si hay que temer, y abrazemosnos y recordemos nuestra muerte y dejemos de estar solos que solitos nos encasillamos en una determinación de lo que somos, en una coherencia delimitada por los roles institucionales, los roles del mercado y los roles de la familia que quieren contener entre los bordes de una identidad el curso impredecible de nuestros devenires.”





…silencio….









…silencio….







…Luego los representantes…

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